Y en nombre de Dios y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño alzo la voz para pedir al CIADI “Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones”, que no castigue a este país por no permitir la explotación de sus minas. Una sentencia condenatoria para El Salvador, sería muy injusto, pues literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y, … Sigue leyendo ]]>
Y en nombre de Dios y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño alzo la voz para pedir al CIADI “Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones”, que no castigue a este país por no permitir la explotación de sus minas. Una sentencia condenatoria para El Salvador, sería muy injusto, pues literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y, a la vez, permitir que le contaminen el agua que bebe. Además sería quitarle el oro y la plata de sus minas, sería consecuentemente un gravísimo atentado contra la vida y la salud de las personas, los animales y las plantas que viven en este país, pues contaminarían nuestros pocos mantos acuíferos, lo que constituiría una gravísima violación a los derechos humanos más elementales de este pueblo: el derecho a la vida y la salud.
]]>Y en nombre de Dios y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño alzo la voz para pedir al CIADI “Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones”, que no castigue a este país por no permitir la explotación de sus minas. Una sentencia condenatoria para El Salvador, sería muy injusto, pues literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y, … Sigue leyendo ]]>
Y en nombre de Dios y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño alzo la voz para pedir al CIADI “Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones”, que no castigue a este país por no permitir la explotación de sus minas. Una sentencia condenatoria para El Salvador, sería muy injusto, pues literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y, a la vez, permitir que le contaminen el agua que bebe. Además sería quitarle el oro y la plata de sus minas, sería consecuentemente un gravísimo atentado contra la vida y la salud de las personas, los animales y las plantas que viven en este país, pues contaminarían nuestros pocos mantos acuíferos, lo que constituiría una gravísima violación a los derechos humanos más elementales de este pueblo: el derecho a la vida y la salud.
]]>El transporte de minerales afecta a centenares de comunidades que viven en las proximidades de los mineroductos o de las ferrovías construidas para la exportación de la inmensa mayoría de nuestros recursos.
Conflictos y manifestaciones populares, espionaje y criminalización de líderes comunitarios. Muertes y persecución de personas, familias y comunidades.
A pesar de todo esto, la minería en América Latina continúa creciendo. Los Estados nacionales están a remolque de estos intereses y se comportan como aliados de las multinacionales mineras, colocando a su servicio los sistemas de inteligencia y las fuerzas de seguridad o flexibilizando la legislación para facilitar la expansión de los proyectos extractivos.
Numerosas comunidades afectadas son apoyadas, asesoradas y defendidas también por las Iglesias, que se han posicionado con determinación en diversos … Sigue leyendo ]]>
El transporte de minerales afecta a centenares de comunidades que viven en las proximidades de los mineroductos o de las ferrovías construidas para la exportación de la inmensa mayoría de nuestros recursos.
Conflictos y manifestaciones populares, espionaje y criminalización de líderes comunitarios. Muertes y persecución de personas, familias y comunidades.
A pesar de todo esto, la minería en América Latina continúa creciendo. Los Estados nacionales están a remolque de estos intereses y se comportan como aliados de las multinacionales mineras, colocando a su servicio los sistemas de inteligencia y las fuerzas de seguridad o flexibilizando la legislación para facilitar la expansión de los proyectos extractivos.
Numerosas comunidades afectadas son apoyadas, asesoradas y defendidas también por las Iglesias, que se han posicionado con determinación en diversos contextos y han denunciado recientemente estas violaciones en una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Agentes de pastoral de las iglesias cristianas de América Latina se están articulando para buscar alternativas a las agresiones que supone la minería.
“Iglesias y Minería” es un grito de resistencia y de esperanza, el grito de las comunidades y de la vida que no se dejará callar.
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Iglesias y Minería es un grupo ecuménico de seglares, religiosos y religiosas, comprometidos con la defensa de las comunidades afectadas por la minería en los diversos países del continente. Desde 2013 el grupo ayuda a la articulación de las comunidades afectadas, junto a la jerarquía de las Iglesias que puedan y quieran apoyarles y con organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Ver video en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=I1Qvgctnbck&feature=youtu.be
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