Criminalización de la protesta, El Salvador

A seis años de su prohibición, organizaciones alertan reactivación de minería en El Salvador

Sare Frabes
11/04/2023

Los últimos días de marzo marcaron el sexto aniversario de la prohibición de la minería metálica en El Salvador. Pese a la celebración, organizaciones sociales y ambientales exigen mantener la proscripción de la industria extractiva ante acciones del gobierno de Nayib Bukele que muestran señales para su reactivación.

La Mesa Frente a la Minería Metálica es una de las organizaciones que denunciaron que la actual administración pretende reactivar la minería de oro y plata, lo cual pone en riesgo al río Lempa, el principal afluente del país, en cuya cuenca se ubican los principales proyectos mineros.

Mediante pronunciamiento, la Mesa exigió al presidente y a la Asamblea Legislativa a “descartar cualquier intención de reforma, derogación o implementación de leyes paralelas que la contradigan”, en referencia a la reglamentación que convirtió a El Salvador, en 2017, en el primer país del mundo en prohibir la extracción minera en su territorio. En aquel momento, la nación centroamericana argumentó que la minería es inviable debido a condiciones como su estrechez territorial, alta densidad poblacional y grave crisis hídrica.

En conferencia de prensa, los ambientalistas señalaron que se encuentran en alerta debido a las amenazas de reactivación de la minería, debido a que el actual gobierno está recibiendo presiones de las empresas internacionales para darle apertura nuevamente a dicha industria, pese a que “las condiciones ambientales que hacían inviable la minería, ahora son aún más graves que cuando se aprobó la ley”.

Golpe a organización antiminera
Más de 50 organizaciones se adhirieron a la exigencia de mantener la prohibición de la industria extractiva. Una de las firmantes es la Asociación de Desarrollo Económico Social Santa Marta (ADES), cuyo director ejecutivo, Antonio Pacheco, se encuentra detenido desde enero de este año, junto a otros cuatro activistas antimineros, tras alertar sobre el posible retorno de la minería al país centroamericano.

Por ello, las organizaciones demandaron “el cese de la persecución contra líderes comunitarios y que el aparato judicial no sea utilizado para criminalizar a defensores ambientales, sobre todo cuando a ellos el país les debe el estar a salvo de los graves daños de la minería metálica”.

Los activistas detenidos forman parte de la comunidad de Santa Marta en el departamento de Cabañas, cuya región, al norte del país, se encuentra en la mira de empresas mineras para extraer oro y plata.

Fue en el periodo de 2000 al año 2017, cuando empresas canadienses y australianas mantuvieron acciones para implementar la minería, en oposición a las comunidades de la región.

Con la detención de los líderes comunitarios, a principios del 2023, las comunidades acusan irregularidades en el proceso judicial. Señalan que fueron acusados, sin pruebas, de un crimen supuestamente cometido en el marco del conflicto armado hace 30 años, ignorando procesos jurídicos establecidos y violando la Ley de Reconciliación Nacional. Resalta que los detenidos tienen una larga historia de lucha antiminera en Cabañas, por lo que las organizaciones denuncian que la motivación real del gobierno es debilitar la resistencia minera en la zona.

Amenaza latente
De acuerdo a los ambientalistas, existen más de 50 proyectos mineros que amenazan con contaminar el río Lempa, el cual abastece de agua a más de 3 millones de salvadoreños.

Debido a esta cantidad de proyectos y las iniciativas del presidente Bukele, quien promueve la inversión en infraestructura como el Tren y el Aeropuerto del Pacífico, así como la ciudad Bitcoin, las organizaciones señalan diversas acciones gubernamentales que indican el regreso de la minería.

Por ejemplo, indican que, en mayo de 2021, El Salvador se hizo miembro del Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible, una red de 77 países que promueve la minería metálica en el mundo.

Para octubre del mismo año, la Asamblea Legislativa aprobó una nueva ley, creando la Dirección de Energía, Hidrocarburos y Minas con el mandato de fomentar la minería en el país. Además, el presupuesto del país para este año incluye $4.5 millones de dólares para “revisar y actualizar” la ley que prohíbe la minería metálica.

Pendientes
En conferencia de prensa, miembros de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica pidieron al Estado retomar el estudio de un proyecto de ley para sustituir al actual reglamento para garantizar la prohibición de la minería metálica en el país centroamericano.

Ariela González, integrante de la Mesa, sostuvo que, a seis años de la creación de la Ley de Prohibición Contra la Minería Metálica, muy poco se ha avanzado en reducir los daños al ecosistema que dejaron las empresas mineras. Por ello, la ambientalista pidió al Estado salvadoreño cumplir con obligaciones pendientes, como ejecutar los cierres técnicos de minas en abandono y procesos de remediación ambiental además de que se prohíba la minería artesanal.

“Que se tome en cuenta la propuesta para un nuevo reglamento de la Ley de Prohibición Contra la Minería Metálica propuesta en noviembre de 2022 por la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador para evitar la contaminación del agua y que esta siga ocurriendo, así como contrarrestar la posibilidad de que surjan más drenajes ácidos en minas”, dijo González.

Los ambientalistas también pidieron a los diputados de la Asamblea Legislativa aprobar una reforma a la Constitución de la República para prohibir la minería metálica en todas sus modalidades y que se implemente la Ley General de Recursos Hídricos para suscribir convenios internacionales para detener la contaminación del río Lempa.

El pasado 4 de marzo, más de 400 líderes de comunidades de Chalatenango, Cuscatlán, Cabañas, La Libertad, La Paz y otros departamentos convergieron en el Encuentro Nacional frente las Nuevas Amenazas de la Minería Metálica en El Salvador para protestar contra la represión en Cabañas y para seguir posicionándose en contra de la minería metálica en todo el país.

A seis años de su prohibición, organizaciones alertan reactivación de minería en El Salvador

Criminalización de la protesta, Perú

RECURSOS QUE DESTINARÁ EL GOBIERNO PARA PROTEGER A LOS DEFENSORES AMBIENTALES SON INSUFICIENTES

Imagen: CooperAcción

Presupuesto fiscal 2023 apenas destinará S/ 45 mil para promover la protección de los defensores ambientales. Activistas piden recursos por S/ 70 millones para ser destinados a los ministerios de Justicia y del Interior.

Desde el año 2019 a la fecha han sido asesinados 26 defensores y defensoras del medio ambiente y de derechos humanos en el país, por ello, con el fin que el Estado proteja su integridad, un grupo de jóvenes activistas realizaron un plantón en el frontis del Congreso pidiendo al Gobierno incorpore 70 millones de soles adicionales en el presupuesto fiscal para el año 2023, considerando que los recursos que destina son insuficientes.


Pese a esta dramática situación, en el proyecto de Ley de Presupuesto para el año fiscal 2023, el Ejecutivo apenas destina 45 mil soles para la implementación de acciones vinculadas a este tema, advierte Paul E. Maquet, vocero de CooperAcción, una de las organizaciones que integra la Campaña Nacional de los Defensores y Defensoras

El pedido de los activistas es la “incorporación de la sexagésima quinta disposición complementaria final en el “Proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2023”, solicitando que sean asignados S/ 50’000,000 (cincuenta millones de soles) al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través de la Dirección General de Derechos Humanos, y S/ 20’000,000 (veinte millones) al Ministerio del Interior, para la protección de las personas defensoras.

Maquet resaltó que no hay una partida estatal específica para la protección de los defensores ambientales y, añadió, que los instrumentos que se están implementado para dicho fin son recientes, como, por ejemplo, el Manual para la Protección de los Defensores Ambientales o la Mesa Intersectorial de Defensores.

“Las carencias son evidentes. Por ejemplo se conocía que mineros ilegales llegarían al local de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa para hostilizarlos e incluso quemaron su local. Se tenía la información de ese ataque antes que suceda y advertimos a la Policía para que brinde protección a los defensores, pero no pudieron hacerlo porque no tenían dinero para el combustible del helicóptero. Las necesidades son apremiantes, por eso se pide un presupuesto adicional de 70 millones de soles”, afirmó Maquet.

Hablan los defensores


Vidal Merma, defensor ambiental y de DDHH de Espinar

Una muestra de la constante persecución que sufren los defensores ambientales por parte de los mineros ilegales e incluso de grandes empresas extractivas se encuentra en la historia de Vidal Merma, comunicador indígena y defensor ambiental de Espinar (Cusco)

“He sido criminalizado por difundir cómo las grandes empresas transnacionales han venido atentando contra el medio ambiente. Afronto 12 procesos penales y sufro persecución del Estado por apoyar a los hermanos que defienden sus bosques en la selva. Nos sentimos abandonados, en riesgo, no tenemos ninguna garantía, por eso muchos de nuestros hermanos fueron asesinados. Lamentablemente en el país el Estado no protege a los defensores ambientales”, dijo Merma quien participó del plantón en los exteriores del Congreso.


Por su parte, Liliana Carhuaz, defensora de derechos humanos de La Oroya (Junín), recomendó a las empresas y al Gobierno, respetar el medio ambiente, el derecho a la salud de las personas y respetar los derechos laborales, esto con el fin de que no se repita lo sucedido en su ciudad natal donde la mayoría de la población fue contaminada por plomo debido a las actividades del complejo metalúrgico Doe Run.

“Hemos defendido los derechos de la población, pero hemos sido hostilizados por los dueños del complejo metalúrgico por más de dos décadas por reclamar el derecho a un medio ambiente sano”, añadió.

A partir del 2020 se han contabilizado 104 ataques o amenazas a defensores ambientales, que incluyeron destrucción de bienes privados, difamación, amenazas a la seguridad personal y agresiones físicas, psicológicas o sexuales.


Sigue la campaña nacional de Defensoras y Defensores de la tierra el agua y la vida https://www.instagram.com/defensorasydefensoresdelperu/

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Criminalización de la protesta, Ecuador

El caso Bosco Wisuma, el profesor asesinado en una protesta contra Rafael Correa quien luego lo reutilizó como propaganda propia

El activista indígena murió en una de las protestas contra la política extractiva del correismo. Su nombre se enarboló luego como emblema en el discurso gubernamental para desviar la atención de las investigaciones sobre su homicidio
Yalilé Loaiza 16/10/2022
La muerte de Bosco Wisuma conmocionó al movimiento indígena, que sostiene que el fallecimiento del activista se dio por la represión policial durante las protestas del 2009.
La muerte de Bosco Wisuma conmocionó al movimiento indígena, que sostiene que el fallecimiento del activista se dio por la represión policial durante las protestas del 2009.
El profesor indígena bilingüe del pueblo shuar, Bosco Wisuma, murió hace 13 años en una protesta en contra de la política extractiva del gobierno de Rafael Correa. Wisuma, que también era activista en contra de la minería, recibió el disparo de un perdigón. Aunque su muerte no ha sido aclarada por completo, Wisuma se convirtió en un nombre recurrente en el gobierno de Correa y uno de los sentenciados por su asesinato ni siquiera estaba en el lugar donde Wisuma murió.

Desde el 27 de septiembre de 2009, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) convocó a sus bases para manifestarse en contra de la Ley de Minería, aprobada por el gobierno, y la Ley de Aguas que el Ejecutivo había propuesto a la Legislatura.

La ley de minas de Rafael Correa fue un polémico cuerpo legal que permitió el ingreso de la minería a gran escala y aumentó el control estatal en el sector. Desde que se conoció sobre el proyecto, el sector indígena reclamó que la ley beneficiaría a las grandes compañías, perjudicando las actividades artesanales y provocaría mayores niveles de contaminación.

En cambio, la ley de Aguas pretendía nombrar una Autoridad Única del Agua (AUA), designada por el presidente para decidir sobre las políticas hídricas públicas. La Conaie manifestó que esa normativa privatizaría el agua, además pedía que la autoridad única del agua sea un consejo donde participen indígenas y sectores sociales y no una persona.

Aunque la protesta indígena fue de escala nacional. El levantamiento con mayor fuerza sucedió en Macas, en la provincia amazónica de Morona Santiago, a 380 kilómetros de Quito. De acuerdo con un artículo de Luis Ángel Saavedra publicado por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), “los shuar enfrentaron fuertes operativos de represión implementados por la policía nacional”.

En ese contexto, y tres días después del inicio de las manifestaciones, el 30 de septiembre de 2009, Bosco Wisuma que estaba en el puente sobre el Río Upano, en Macas, murió de un disparo. En esa jornada, según informó una comisión legislativa que se creó en el gobierno de Correa para investigar los hechos, hubo alrededor de 40 policías heridos por perdigones.

Ese 30 de septiembre, en el puente con Wisuma estaban 16 manifestantes shuar, pertenecientes al pueblo indígena amazónico del mismo nombre y que es el más numeroso de la selva ecuatoriana.

La muerte de Wisuma conmocionó e indignó al movimiento indígena, principalmente al pueblo shuar, y las protestas se radicalizaron, hasta que el 5 de octubre, luego de un diálogo con el gobierno se lograron acuerdos, entre ellos que se cree una comisión legislativa que investigue la muerte del activista shuar. Esto mientras la Fiscalía General del Estado realizaba sus propias investigaciones.

Las investigaciones revelaron el caos y los claroscuros alrededor de la muerte de Wisuma.

Una versión oficial sin piso

La Fiscalía señaló a Fidel Kaniras como autor del disparo que mató a Wisuma. Pero esta versión no tenía el suficiente sustento. Los dos testigos shuar que la entidad utilizó para argumentar su hipótesis, pues decían que vieron a Kaniras dispararle a Wisuma, presentaron versiones contradictorias. Por ejemplo, no pudieron relatar en qué lugar estaban cuando vieron a Kaniras. Los testigos shuar fueron los hermanos Alberto y Freddy Anwasha, quienes fueron testigos protegidos, pero luego el gobierno los abandonó, según Saavedra: “ahora no están en su comunidad y nadie sabe a dónde han ido”.

Kaniras no pudo haberle disparado a Wisuma porque las pruebas de balística demostraron que la distancia que lo separaba de Wisuma hubiera provocado que el profesor y activista recibiera al menos 25 perdigones y no 1.

Los perdigones son proyectiles metálicos, generalmente de plomo, que están contenidos en cartuchos de escopetas. Cuando se los dispara, estos se dispersan y pueden realizar varios impactos en un solo tiro.

Dos expertos intervinieron en el caso: la forense francesa Tania Delabarde y el perito argentino Roberto Meza Niella, que ha investigado otras muertes extrañas en Ecuador, como el caso del general Jorge Gabela o el homicidio del oficial César Coronel Olivo.

Meza Niella confirmó que la muerte de Wisuma fue por el impacto de un perdigón. Mientras Delabarde determinó la trayectoria interna del perdigón, sin embargo no pudo señalar de dónde provino el proyectil. La experta francesa sugirió que se examine el perdigón que se había encontrado, porque sus características diferían de los perdigones artesanales que, según el gobierno, tenían los manifestantes shuar.


Folleto del Ministerio de Justicia sobre la muerte de Wisuma. Las autoridades correístas trataron de responsabilizar a los manifestantes shuar de haber matado al activista.
El gobierno de Rafael Correa descartó que la muerte de Wisuma haya sido causada por la Policía Nacional, pues aseguraron que la institución no utiliza ese tipo de armas. Sin embargo, los indígenas aún mantienen que Wisuma fue víctima de la represión policial.

Las autoridades correístas buscaron acusar a los manifestantes shuar de la muerte de Wisuma y aseguraban que el perdigón que mató al activista era similar a los que hirieron a los miembros de la Fuerza Pública. Sin embargo, las pericias de la propia Fiscalía indicaron que “no es posible determinar la posición del disparador, el que podría haber estado en un radio mínimo de 50 metros”, según recoge Saavedra en su artículo en Inredh. En ese radio, indica el articulista, “estaban shuar y policías y hubo heridos en los dos bandos y con la misma clase de perdigones”.

“Me parece absurdo que se esté afirmando algo no contrastable. Nosotros hemos sostenido y sostendremos que este es un crimen de Estado y no vamos a compartir absolutamente nada. No es posible que estando al otro lado, de frente, se diga que fueron perdigones salidos de los propios manifestantes que mataron al compañero. Me parece algo absurdo realmente”, dijo el entonces prefecto de Morona Santiago y miembro de la Federación Shuar, Marcelino Chumpi a los medios, según los archivos de El Comercio.

Que las autoridades nieguen que la Fuerza Pública utilice perdigones para reprimir a los manifestantes no es nuevo. Recientemente, en junio de 2022, durante las protestas indígenas en contra del gobierno de Guillermo Lasso, uno de los fallecidos, Henry Quezada, murió por el impacto de 99 perdigones en su cuerpo. El entonces ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que la Policía Nacional no utilizó ese tipo de armamento y trató de culpabilizar a otros manifestantes. Sin embargo, un reportaje periodístico de Karol Noroña, especializada en seguridad, refutó la versión oficial sobre la muerte de Quezada.

Luego de la muerte de Wisuma, el presidente Rafael Correa se comprometió a investigar y esclarecer el caso e incluso nombró a una escuela en honor al activista. Correa utilizó a Wisuma como elemento discursivo para desviar la atención de las acusaciones del movimiento indígena sobre la represión.


José Acacho fue sentenciado en relación al crimen de Wisuma, pese a que no estaba en el lugar de la muerte del activista. Acacho luego fue asambleísta.
Incluso la justicia de aquel entonces sentenció como responsable del crimen a José “Pepe” Acacho, un líder shuar sin que siquiera haya estado en el lugar de los hechos. Acacho también era presidente de la Federación de Indígenas Shuar del Ecuador y director de radio Arutam. Según el gobierno, los mensajes radiales emitidos desde ese medio comunitario promovieron la violencia en las manifestaciones indígenas. A Acacho se lo procesó por terrorismo y sabotaje, según recoge el especial Sobrevivientes, de Plan V.

Así como Acacho, durante el correísmo, hubo otras voces críticas acusadas de terrorismo y sabotaje, como el caso de Francisco Endara Daza, que participó en las manifestaciones del 30 de septiembre de 2010 en contra de Rafael Correa. Justo un año después de la muerte de Wisuma. A Endara Daza lo condenaron por aplaudir.

Acacho, que fue detenido en septiembre de 2018, recibió un indulto presidencial de Lenín Moreno, que también fue vicepresidente de Correa y es acusado de traidor por el partido correista.

La política extractiva de Correa

Apenas dos años de su llegada al poder, Rafael Correa demostró con sus políticas públicas que se distanciaba de las promesas realizadas a los movimientos de izquierda que lo apoyaron para que gobernara desde Carondelet.

Las políticas que implementó para favorecer a proyectos extractivos –como la minería a gran escala– mostraron que Correa se distanciaba de los principios plasmados en la Constitución del 2008 que él impulsó y que aún sigue vigente.

En ese momento, el gobierno inició con la explotación de las minas al sur de la Amazonía ecuatoriana. En esta zona viven los pueblos indígenas shuar y saraguros, quienes se oponen a la minería a gran escala y que fueron reprimidos varias veces durante la administración de Correa.


Durante las protestas del 2015 en contra del gobierno de Rafael Correa, los miembros de la comunidad indígena Saraguro fueron reprimidos por la fuerza pública. (Foto: Conaie).
En agosto de 2015, hubo varias jornadas de protesta en contra del gobierno de Rafael Correa. Los manifestantes, incluyendo al movimiento indígena, mostraron su descontento con las políticas gubernamentales relacionadas al medioambiente y los intentos de Correa de permitir la reelección presidencial indefinida. La organización internacional Human Rights Watch alertó que los “miembros de las fuerzas de seguridad ecuatorianas utilizaron fuerza excesiva para dispersar a manifestantes durante protestas contra el gobierno en agosto de 2015″.

Uno de los casos más emblemáticos de esas protestas del 2015 fue la represión a los indígenas saraguros, quienes se manifestaban pacíficamente. Según Inredh, “por estos hechos 31 personas fueron procesadas, de ellas 2 fueron sobreseídas antes de iniciar el proceso. De las 29 personas, actualmente 12 fueron llamados a juicio y 2 sentenciados a 4 años de prisión por el presunto delito de paralización de servicio público”.

De acuerdo con Plan V, desde finales del 2013, cuando Correa aún estaba en el poder, varios integrantes de las comunidades shuar y saraguro aparecieron asesinados con signos de tortura, “pero el Gobierno por todos los medios trató de silenciar estos casos visibilizados por los dirigentes de las comunidades y estableciendo que eran producto de rivalidades internas”.

De la represión a la propaganda

La propaganda gubernamental de Rafael Correa era un despliegue impresionante que permitió al gobierno llegar con su mensaje a su militancia que incluso ahora defiende al expresidente, prófugo de la justicia ecuatoriana que está asilado en Bélgica. La muerte de Wisuma fue parte del aparataje propagandístico del correísmo, así como los caídos durante la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010, conocida como 30S.


El correismo nombró una escuela en nombre del activista y profesor Bosco Wisuma, que murió protestando en contra de las políticas de Rafael Correa.
En su artículo sobre la muerte del profesor y activista shuar, Saavedra señala que “Bosco Wisuma murió defendiendo los derechos de su pueblo pero, cosas de la política, su memoria terminó siendo una iconografía del gobierno al cual rechazó”.

En octubre de 2019, durante las protestas indígenas que duraron 11 días, la Conaie increpó al expresidente Rafael Correa por querer ganar atención política a costa de las manifestaciones y publicaron en su cuenta oficial de Facebook: “¡Miserable! Rafael Correa. Rechazamos el oportunismo descarado, el correísmo nos criminalizó y asesinó a compañeros durante 10 años, hoy pretende aprovecharse de nuestra plataforma de lucha. No olvidamos a José Tendetza, Bosco Wisuma, Fredy Taish, asesinados por su aparato estatal Esta es la lucha del pueblo ecuatoriano, ni con Moreno, ni con Correa, ni con Lasso, ni con Nebot”.

Entre 2009 y 2014, cinco activistas contra la minería, incluido Wisuma, murieron en circunstancias extrañas y no esclarecidas. Estas muertes son parte de los más de 30 asesinatos sucedidos durante el correísmo, en los que los familiares de las víctimas reclaman una responsabilidad gubernamental.
https://www.infobae.com/america/america-latina/2022/10/16/el-caso-bosco-wisuma-el-profesor-asesinado-en-una-protesta-contra-rafael-correa-quien-luego-lo-reutilizo-como-propaganda-propia/

Criminalización de la protesta, Perú

Después de más de7 años de proceso judicial

02/09/2022
Condenan injustamente por delito de disturbios a defensora de
derechos humanos que en defensa de la tierra y el ambiente se opone al
proyecto minero “Tía María”
Al mismo tiempo, en el mismo proceso absuelven a otras 10 personas defensoras
El día de hoy, el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Arequipa procedió al adelanto de lectura de
sentencia por la cual condena, por delito de disturbios y lesiones leves, a una de las agricultoras
defensoras del Valle del Tambo.

Igualmente, absuelve a otras 10 personas agricultoras defensoras de mismo valle por los delitos de
tortura, disturbios y lesiones leves en el proceso judicial contenido en el Expediente No. 4116- 2016.
Como se recordará entre el 23 de marzo y 24 de mayo de 2015 los agricultores del Valle del Tambo,
en el ejercicio legítimo de su derecho constitucional a la protesta, iniciaron una serie de
manifestaciones públicas en contra de la decision estatal de autorizar la ejecución del Proyecto
Minero denominado Tía María, al considerar que iba afectar el medio ambiente y las tierras
agrícolas; así como, la calidad y cantidad del agua en el referido Valle del Tambo, poniendo en riesgo
su derecho fundamental a vivir en un medio ambiente sano y equilibrado.

Asimismo, protestaban en forma pública porque el estado peruano pretendía desconocer la
Consulta Vecinal, realizada el 27 de setiembre de 2009, en la que el 97% de la población del Valle
del Tambo le dijo no al Proyecto minero y si a la agricultura.
Producto de esas legítimas protestas, la policía desarrolló una represion indiscriminada contra los
agricultores del Valle del Tambo que protestaban en esos meses y, al mismo tiempo, el gobierno y
la empresa Souther Peru denunciaron falsamente la comisión de diversos delitos a dichos
agricultores que no hacían otra cosa que ejercer, de manera legítima, su derecho fundamental a la
protesta social.

Este proceso judicial se volvió emblemático por la firme decision de los agriculores del Valle del
Tambo de hacer respetar la Segunda Gran Consulta Vecinal (27 de setiembre de 2009) en el Perú y
una de las primeras en Latinoamérica en la que la población, en forma abrumadora se opuso al
desarrollo del Proyecto minero y; porque, a pesar de ello, el gobierno y la empresa insistían en
desarrollar el Proyecto Minero Tía María.

En este proceso judicial, el Ministerio Público acusó a las agricultoras y agricultores de los delitos de
tortura, disturbios y lesiones leves. Con relación a ello, el antes citado Juzgado Unipersonal, si bien
decidió absolver a Elida Maritza Ticona Hinojosa de delito de tortura, sin embargo, con un
razonamiento absolutamente equivocado decidió condenarla por los delitos de disturbios y lesiones
leves.

Finalmente, señaló que no se había acreditado la comisión de los delitos de tortura, disturbios y
lesiones leves por parte de otras 10 personas agricultorasde, por lo que decidió absolverlos.
En relación a ello, en este proceso judicial, la Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz –
FEDEPAZ (organismo no gubernamental de defensa y promoción de los derechos humanos en Perú),
contando con el fundamental apoyo institucional de RED MUQUI, asumió la defensa legal de 2 de
las personas defensoras de derechos humanos procesadas que fueron absueltas de toda
responsabilidad penal, si bien expresa su satisfacción con este extremo de la sentencia, al mismo
tiempo expresa su indignación por la que considera una injusta sentencia en la parte que condena
a la defensora Elida Maritza Ticona Hinojosa, con la convicción de que deberá ser absuelta por la
segunda instancia.

Expresa igualmente, que este largo proceso de más de 7 años evidencia que las defensoras y los
defensores fueron acusados falsamente de la comisión de delitos graves y que ha puesto, también,
en evidencia la condenable estrategia estatal y empresarial de criminalizar falsamente a todos
aquellos que, en defensa de sus derechos, se oponen a las arbitrarias decisiones gubernamentales
y empresariales, con el propósito de amedrentarlos y evitar que sigan protestando.

Área de Prensa Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ
Telf: (+51 1) 4250211 / 4250209 / 999094914
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Agua y Minería, Bolivia, Criminalización de la protesta

En Oruro, mineros atacan y queman carpas de comunarios que protestaban por contaminación

ESTABAN EN VIGILIA
El ataque y cómo quedó una carpa. Foto: comunarios del Ayllu Acre Antequera.
UNITAS 09/06/2022
Luego de tres semanas de vigilia, trabajadores de la empresa minera Illapa atacaron con dinamita la noche del martes a los comunarios del Ayllu Acre Antequera del departamento de Oruro, que habían instalado dos puntos de vigilia en contra de la desertificación y la contaminación que esta empresa hacía en tierras de la comunidad. Hay una comunaria herida, además de carpas y enseres de los pobladores que fueron quemados.

El pasado 15 de mayo, comunarios del Ayllu Acre Antequera del municipio de Antequera de Oruro habían instalado estas dos vigilias en contra de la instalación de tuberías que atraviesan por la comunidad y que sirven para expulsar la sobreexplotación de agua que esta minera está realizando, según denuncia del dirigente Hernán Roque, miembro del consejo de Justicia de este ayllu.

Según Roque, la noche del martes un grupo de trabajadores mineros llegó a uno de los dos puntos de vigilia que los comunarios habían instalado y con dinamitas expulsaron a la totalidad de ellos. “Han venido a desbloquear con dinamitas, nos han arrinconado, sobre todo eran mujeres y personas mayores (en la vigilia). Han quemado nuestras carpas donde dormíamos en la noche”, denunció el dirigente en entrevista con el Observatorio de Defensoras y Defensores de Derechos de UNITAS.

Indicó que luego de retirar a los comunarios de la vigilia, procedieron a quemar sus carpas y enseres, además de denigrar a las mujeres que estaban en protesta. Una de las comunarias fue herida. “Han golpeado a una hermana que tiene al parecer las costillas rotas”, precisó y mencionó que fueron al municipio de Huanuni y presentaron una denuncia contra la empresa minera por estos abusos, además de la portación de dinamita.


De acuerdo con Roque, el problema con la empresa Illapa, que es filial de la empresa transnacional Glencore, data de 2018, cuando descubrieron que la minera extraía más agua de lo que su licencia ambiental le permitía, de 140 litros por segundo a 400 litros por segundo, según estimaciones de los propios comunarios.

Es justamente a causa de ese hecho que se han presentado tres problemas en la comunidad: el primero es la desertificación de las tierras, hay una falta de agua para la producción en la comunidad; el segundo tiene que ver con la contaminación que esta situación está provocando; y el tercer conflicto son las inundaciones en la mina que, frente al alto uso del líquido, obliga a la empresa a instalar tuberías que están atravesando por el territorio de la comunidad.

Roque indicó que la Gobernación de Oruro se comprometió a enviar una comisión de la Secretaría de Medioambiente para verificar la situación que está atravesando la comunidad, no obstante, hasta la fecha, no se ha presentado. La vigilia fue levantada debido a este ataque.
https://erbol.com.bo/seguridad/en-oruro-mineros-atacan-y-queman-carpas-de-comunarios-que-protestaban-por-contaminaci%C3%B3n

Criminalización de la protesta, Mexico

Familia del asesinado defensor ambiental mexicano Mariano Abarca solicita permiso para apelar al Tribunal Supremo de Canadá

19/04/2022 Otros Mundos AC
Comunicado de la Familia Abarca, Abogados de la familia, MiningWatch Canadá y Otros Mundos sobre el caso #JusticiaParaMariano – A 19 de abril de 2021
(Ottawa, Chiapas) La familia del asesinado defensor ambiental mexicano, Mariano Abarca, espera que el Tribunal Supremo de Canadá allane el camino para que el Comisionado para la Integridad de la Administración Pública investigue a la Embajada de Canadá en México. Será la primera vez que el tan denostado sistema de denuncias en torno al sector público de Canadá se someta al escrutinio del más alto tribunal.

Mariano fue asesinado a tiros en 2009 tras denunciar los impactos sociales y medioambientales de una mina de barita canadiense en su pueblo natal, Chicomuselo, Chiapas. Blackfire Exploration, con sede en Calgary, abrió su mina en Chiapas en 2007 y, desde el principio, la empresa solicitó y recibió un importante apoyo de la embajada canadiense. Esto incluyó el envío de una delegación de alto nivel a la oficina del gobernador de Chiapas para presionar a las autoridades estatales a fin de que protegieran a la empresa y sofocaran las protestas, a pesar de saber que Mariano estaba recibiendo amenazas de los empleados de la empresa y de que la policía había actuado a raíz de una denuncia de la empresa para arrestar y detener a Mariano durante ocho días. Siete semanas después, Mariano fue asesinado a plena luz del día frente a su restaurante.

Creyendo que el apoyo incondicional de la Embajada de Canadá a Blackfire ponía a Mariano en mayor riesgo, su familia presentó una denuncia en 2018 en virtud de la ley para responder a abusos por la administración pública de Canadá. Al Comisionado para la Integridad de la Administración Pública, cuya responsabilidad es examinar las denuncias recibidas y garantizar la confianza en el servicio público, se le ofrecieron casi 1000 páginas de pruebas de una solicitud de acceso a la información, documentando las acciones de la Embajada. El Comisionado se negó a aceptar, y mucho menos a leer, las pruebas, y decidió de todas formas, no iniciar una investigación.

En febrero del 2022, la Corte Federal de Apelación confirmó la decisión del Comisionado basándose en gran medida en un mero tecnicismo. Según los jueces, como se citaba la evidencia en base al acceso a la información en las notas en pie de página y no se entregaba físicamente al Comisionado, éste no tenía obligación de leerlas. En segundo lugar, utilizando una lógica similar, la Corte se negó a considerar los argumentos de las tres partes intervinientes en el caso, incluidos los relativos a las obligaciones internacionales de Canadá en materia de derechos humanos y la importancia de que el Comisionado sea una oficina de acceso público, porque estos argumentos no se presentaron originalmente ante el comisionado.

El planteamiento del Comisionado pondrá aún más barreras para recibir denuncias bajo esta ley. Canadá ya ha sido clasificado como el peor de 62 países en cuanto a la protección de quienes denuncian abusos en el sector público según un estudio realizado por el Proyecto de Responsabilidad Gubernamental, con sede en Washington, y la Asociación Internacional de Abogados, con sede en el Reino Unido.

“Se supone que el proceso para denunciar irregularidades cometidos por funcionarios públicos tiene que ser informal y accesible“, dijo Nicholas Pope, uno de los abogados que presentó la solicitud de autorización para recurrir a la Suprema Corte de Canadá el 6 de abril. “Pero ahora es rígido y formalista y sólo conseguirá disuadir aún más a la gente de presentarse. En este caso, el resultado final es que los actos y omisiones de la Embajada de Canadá que pueden haber contribuido al asesinato de un defensor de los derechos humanos han quedado sin investigar.”

“Se nos estan negando nuestro derecho a conocer la verdad sobre la presión que la embajada canadiense ejerció sobre las autoridades mexicanas y cómo eso pudo haber jugado un papel en el brutal asesinato de mi padre“, dice José Luis Abarca, uno de los cuatro hijos de Mariano. “Sabemos que nada nos devolverá a mi padre, pero queremos que Canadá tome medidas significativas para evitar que esto ocurra en el futuro“.

La relevancia de este caso para la política de relaciones exteriores canadiense es innegable para Gustavo Castro, miembro de Otros Mundos Chiapas, organización que trabajaba con Mariano antes de que fuera asesinado y que sigue apoyando a la familia:

“Una investigación en este caso abriría las puertas a un serio ajuste de cuentas sobre cómo los cuerpos diplomáticos canadienses proporcionan un apoyo irrestricto a las corporaciones canadienses a costa de la gente y el medio ambiente en México y otras partes del mundo. Creemos que esta es la razón por la que se ha rechazado una investigación hasta ahora y esperamos de verdad que la Corte Suprema de Canadá vea su tremenda importancia y brinde la oportunidad de hacerla avanzar.“

Contactos para los medios:
• Para entrevistas con los abogados o la familia: +18733761465 Kirsten Francescone,
MiningWatch Canada
• Otros Mundos – Área de comunicación +52 967 301 7928
• Shin Imai, Professor Emeritus, Osgoode Hall, Universidad de York en Toronto, +1647-524-
2312

Criminalización de la protesta, Mexico

Roberto, campesino de Zacatecas contra mina de Slim, pide no ser encarcelado

27/02/2022
Don Roberto, el único habitante de Salaverna, Zacatecas, que se resiste a dejar su hogar y entregar el pueblo a una minera del magnate Carlos Slim, fue vinculado a proceso y este lunes enfrenta su audiencia en la cual podría ser encarcelado.
Ciudad de México, 27 de febrero (SinEmbargo).– Don Roberto de la Rosa Dávila, el último habitante de Salaverna, Zacatecas, que se niega a desplazarse de su hogar para que una mina del magnate Carlos Slim Helú expanda su operación a cielo abierto, tendrá una audiencia este lunes 28 de febrero a las 11 de la mañana, por lo que exige no ser encarcelado por defender a su pueblo de la extracción de cobre en una zona semidesértica con estrés hídrico.

SinEmbargo informó previamente que este chivero fue vinculado a proceso por presunta amenaza a tres trabajadores de la empresa filial Ocampo Mining (Grupo Frisco), por lo que podría ser condenado hasta a cinco años de prisión. En abril de 2020, a inicios de la pandemia, don Beto, como se le conoce, tuvo un altercado con empleados de la minera, quienes se encontraban cercando la comunidad y electrificando el perímetro. El 3 de diciembre, la Jueza Blanca Aguilar le dictó como medida cautelar no acercarse a ellos, lo que le imposibilita acceder a su casa ya agrietada por las obras de desplazamiento de las otras familias.

En vísperas de la audiencia ante el Juzgado de Control y Tribunal de Enjuiciamiento de Concepción del Oro, fue a recargar su celular a un poblado y desde ahí llamó a este medio para mandar un mensaje.

“Encerrándonos pretenden destrozar la vida de los que aún resistimos”, dijo. “No sé nada sobre la audiencia, nunca había estado en estos líos, pero mi abogado pretende sacar una salida alterna”.


Don Roberto. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO

La alternativa, según su defensa legal, es ofrecer una indemnización a los empleados que supuestamente amenazó, pero el campesino no cuenta con el dinero para pagar sus terapias psicológicas.

“Que las pague el Estado, yo soy insolvente, no tengo dinero. [Grupo Frisco] tiene el mayor capital en América Latina y nosotros no tenemos nada, traigo –ríe– ropa regalada”.

Mientras cientos de familias han sido desplazadas por el crimen organizado en Fresnillo y poblados aledaños, Roberto resiste a la presión de la minera de la personas más adinerada del país.

Desde agosto, está exiliado en un cabaña a sólo dos kilómetros abajo de Salaverna porque la entrada está bloqueada con una cerca y dos casetas de vigilancia, y a su hijo –también llamado a la audiencia– las autoridades municipales le advirtieron que “algo le iba a pasar” si intentaba volver al poblado, según denunció. Vive con sus chivas y unos perros. Dice que su hijo “ahí anda, agüitado”, pero lo anima diciendo que deben defender a su pueblo.

“Si nos encierran, es una injusticia, pero nosotros hicimos lo debido”, afirmó.


Cañaba donde se refugia el chivero.
FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM

En Mazapil, el municipio minero donde está Salaverna con 44 por ciento en pobreza (Coneval, 2020), operan desde hace una década dos grandes proyectos mineros: Peñasquito, la mina de oro a cielo abierto más importante de América Latina de la compañía canadiense Goldcorp —que ya secó pozos de agricultores y afectó el cultivo de miel— y Tayahua, la mina subterránea de cobre que opera desde 1972 y que adquirió Slim en 1998, cuyos planes de convertirla en una de cielo abierto “implica la destrucción” de la comunidad de Salaverna, evaluó el artículo académico “Dos conflictos mineros en Mazapil”.

“No es justo que el invasor a nuestras tierras, que fue a derrumbar nuestro pueblo, ande suelto y ahora nos esté acusando de delincuentes a nosotros, cuando los daños que nos han causado son más graves”, afirmó Don Roberto.

EL DESALOJO CON VIOLACIONES

En la víspera navideña de 2016, sin orden judicial la policía estatal y ministerial de Zacatecas, gobernado entonces por Alejandro Tello, desalojó a habitantes de Salaverna. Trabajadores con dos maquinarias tipo bulldozer destruyeron la iglesia, escuela y la casa de la señora Teresa y su hija Leticia aún con muebles dentro, “vulnerando con ello la legalidad y seguridad jurídica”, expuso la Comisión de Derechos Humanos estatal (CDHEZ/746/2016).

La población de Salaverna registraba 303 habitantes en 2010, año en que comenzó el conflicto. La mayoría era campesino o ganadero, y los otros laboraban en la mina. Pero tras el desalojo permanecían aproximadamente sólo 50 habitantes de cinco familias, entre ellas Don Roberto y su hijo Roberto Cuauhtémoc.

El resto fue orillado a abandonar la comunidad y por 15 mil pesos aceptaron ser reubicados en un fraccionamiento vecino a la cabecera municipal denominado “Nuevo Salaverna”, sin escuela, iglesia ni áreas verdes, el cual fue ofrecido en comodato por la minera Tayahua (Grupo Frisco), “hecho que se constituye como un evidente desplazamiento forzado”, determinó la Comisión de Derechos Humanos de Zacatecas.

Pero Don Beto no aceptó y, aunque su pueblo está en ruinas y con grietas por las detonaciones de la mina, no planea hacerlo. No por él, dijo, sino para evitar daños ambientales para la generación futura por la minería de cielo abierto que deja profundos tajos en el suelo y absorbe grandes cantidades de agua.
Entrada a Salaverna clausurada. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO


Desde hace una década la empresa de Carlos Slim planea convertir la mina en tajo abierto, pero el yacimiento está debajo de las casas de Salaverna. En esas mismas fechas, y en el marco de detonaciones internas, la compañía alegó que el lugar donde está asentado el poblado le pertenece legalmente y advirtió que existe un riesgo de hundimiento de suelo debido a “una falla geológica natural”, por lo cual solicitó al gobierno local las medidas de desalojo.

Pero los habitantes de Salaverna argumentaron que son posesionarios desde “tiempos inmemorables”, pues nacieron ahí y atribuyen los hundimientos, como el de 2012 en el Cerro “El Farito”, a diversas detonaciones y operación minera subterránea. Así consta la recomendación de la Comisión de Derechos Humanos estatal.

Con apoyo del Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas (OCMZac) y la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), los inconformes llevaron el caso a la Secretaría de Desarrollo Agrícola Territorial y Urbano (SEDATU) para la regularización de 4 mil 650 hectáreas. Ya en la reunión en las oficinas en la Ciudad de México, comenzó a temblar. Era el 19 de septiembre de 2017.

Entre el terremoto, las elecciones de 2018 y la pandemia, a más de diez años de haber estallado el conflicto, no avanza el cambio de uso de suelo de mina subterránea a cielo abierto, por lo que el proyecto de expansión se mantiene frenado y Don Beto podría ser encarcelado.

Roberto, campesino de Zacatecas contra mina de Slim, pide no ser encarcelado

Criminalización de la protesta, Mexico

No dejaremos solo a don Roberto de la Rosa, defensor de Mazapil: activistas

Tiene una cita con un juez el 3 de diciembre; se le acusa de supuestas amenazas a un trabajador de la mina Ocampo Minning, propiedad de Carlos Slim
02/12/2021
Roberto de la Rosa Dávila dijo que durante toda su vida ha visto muchos pueblos sucumbir ante la minería FOTO: ANDRÉS SÁNCHEZ
ALEJANDRA FÉLIX
Dado que el defensor de la comunidad Salaverna, Roberto de la Rosa Dávila, ha sido citado el próximo 3 de diciembre por un Juez Penal por el delito de amenazas contra un trabajador de la mina Ocampo Minning (propiedad de Carlos Slim), un grupo de personas que lucha por la misma causa, encabezado por el diputado José Luis Figueroa, declaró que no dejará solo al activista y seguirá luchando porque se liberen las tierras de las comunidades afectadas.

Los habitantes de las comunidades de Salaverna, Las Majadas y Santa Olaya del municipio de Mazapil, tienen ya años luchando en contra del despojo de sus tierras que se perpetró de manera ilegal por la empresa de Carlos Slim, porque no se adquirieron las 3 mil 584 hectáreas de manera legítima, además de que se están adueñando de un total de 4 mil 650, mil 066 hectáreas más de lo que tenían originalmente.

Roberto de la Rosa Dávila argumentó que los terrenos donde estaban establecidas estas comunidades eran terrenos nacionales y por lo tanto no deberían haber pasado a manos de Slim a menos que dejaran de serlo, cosa que jamás sucedió. Ante esto, ellos habían interpuesto una denuncia ante la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), misma que habría fallado a favor de los habitantes de las comunidades, pero el veredicto cambió a favor del empresario Carlos Slim el 30 de julio de 2018, donde además se le otorga el derecho de preferencia de adquirir el título de las tierras, cosa que la empresa minera no había solicitado en primer lugar.

También recordó que durante toda su vida ha visto muchos pueblos sucumbir ante la minería, muchos quedan abandonados, otros son despojados de sus tierras o los dejan sin recursos naturales para seguir manteniéndose a flote y parece injusto que la ley priorice a una actividad tan destructiva para la tierra y el medio ambiente, incluso por encima de la agricultura, pesca, ganadería y otras actividades para dar de comer a la gente.

El diputado José Luis Figueroa aseguró que no dejarán solo don Roberto en este proceso y seguirán luchando para que se le deje de perseguir, pero también para tratar de cambiar el fallo de la Sedatu, para lo que tratarán de atraer la atención del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque no puede ser que estos casos en los que se echa de sus casas a la gente para que una empresa millonaria pueda seguir haciendo dinero se estén dando bajo un gobierno que pretende arrancar la corrupción desde la raíz.
https://ljz.mx/02/12/2021/no-dejaremos-solo-a-don-roberto-de-la-rosa-defensor-de-mazapil-activistas/

Criminalización de la protesta, Perú

SE ANULA SENTENCIA ABSOLUTORIA Y PROCESO PENAL HASTA LA ETAPA DE ACUSACION…


…SEGUIDO A DIECINUEVE CAMPESINOS POR LAS PROTESTAS SOCIALES EN TORNO A LAS
VULNERACIONES DE DERECHOS GENERADAS POR EL PROYECTO MINERO “LAS BAMBAS”

Lima, 26 de julio del 2021
En una decisión absolutamente arbitraria que vulnera el debido proceso judicial, el principio de
juzgamiento dentro de un plazo razonable y la tulela jurisdiccional efectiva
El pasado 22 de julio, la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Apurímac, en segunda instancia,
declaró nula la sentencia que absolvía a 19 defensores de derechos humanos, miembros de comunidades
campesinas afectadas por el proyecto minero Las Bambas, quienes fueron injustamente criminalizados
mientras ejercían su derecho constitucional a la protesta social en defensa de los derechos fundamentales
de sus comunidades.

Los hechos, materia de este proceso, datan del 25 de setiembre del 2015, fecha en la que las comunidades
de las provincias Grau y Cotabambas de la Región Apurímac, iniciaron un paro indefinido, al no haber sido
informados ni consultados sobre las sustanciales modificaciones realizadas al Estudio de Impacto Ambiental
(EIA) del proyecto minero Las Bambas. Con dicha medida, absolutamente legítima, exigían que la empresa
minera cumpla con los compromisos asumidos con sus comunidades. Llegando esta situación a su punto más
álgido el 28 de septiembre de 2015, cuando la brutal represión policial produjo la muerte de 3 comuneros y
la detención de 21 campesinos de los cuales 19 continúan con proceso penal desde hace casi seis años.

La Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Apurímac, en una actitud arbitraria, vulnerando el
derecho al debido proceso judicial de los 19 defensores de derechos humanos antes mencionados, decidió
declarar la nulidad de la sentencia absolutoria dictada el 12 de marzo del 2021, además de anular parte del
Proceso Penal hasta la etapa de control de la acusación fiscal, con el argumento de que la sentencia no había
evaluado todas las pruebas de cargo y que el fiscal no había cumplido con precisar los hechos imputados a
cada defensor y las pruebas específicas que respalden sus imputaciones.

Al respecto, en el juicio oral se estableció, de manera fehaciente, de que la denominada Acta de Intervención
por la cual se habría registrado el hallazgo de un arma y dinamita en dos de los procesados, fue elaborada
vulnerándose las exigencias legales contenidas en el Código Procesal Penal y el procedimiento de
intervención y elaboración de actas de intervención y/o registro personal establecido en las propias normas
de la Policía Nacional del Perú. Por ejemplo, no se identificó al efectivo policial que habría elaborado dicha
Acta, no se identificaron en el Acta a los representantes de la fiscalía que sólo la suscribieron al final, no
contaban con las firma de los intervenidos, ni menos se consignó la razón del por qué no constaban dichas
firmas. Además, en el juicio se constató la contradicción del principal testigo de la fiscalía porque al declarar
inicialmente señaló que la intervención y hallazgo de armas y dinamita contó desde un inicio con la
intervención de la fiscalía, sin embargo, al recordársele que en la propia Acta se precisó que primero se da
la intervención y luego del supuesto hallazgo llaman a los fiscales, señaló que no estaban los fiscales, lo cual
llevó a concluir que los fiscales no estuvieron presentes en el momento mismo de la intervención.

También, la Sala Penal de Apelaciones llama la atención de que supuestamente en la sentencia de primera
instancia no se habrían evaluado otras actas como las de Registro Personal que si son firmadas por los
intervenidos, pero dicha Sala Penal no toma en cuenta que dichas actas fueron elaboradas seis horas después
de la intervención, en lugares distintos a la intervención y/o sin señalarse donde o en qué lugar se llevó a
cabo la redacción de dichas actas. Además, resulta falso que el juez penal no haya evaluado las pruebas decargo porque en la sentencia, expresamente, se señala que el acta de intervención fue elaborada en forma
desesperada y apresurada para intentar darle validez cuando en realidad no la tenía.

Finalmente, para declarar la nulidad de la sentencia la Sala Penal señala que en la acusación fiscal se
produjeron una serie de omisiones graves, como por ejemplo, no se cumplió con el principio de imputación
necesaria que consiste en que el fiscal debe describir al detalle que conducta ilícita habría asumido cada
acusado y que pruebas sustentarían en forma específica cada una de sus descripciones acusatorias, situación
que no se controló debidamente por el Juez Penal de Investigación Preparatoria distinto al Juez de
juzgamiento y que dictó la sentencia.

En relación a ello, desde FEDEPAZ rechazamos los términos de la sentencia expedida por la Sala Penal de
Apelaciones de Apurímac por vulnerar el debido proceso judicial: primero: porque el Juez de juzgamiento si
evaluó todas las pruebas de cargo y descargo, fundamentando, debidamente, su sentencia absolutoria y,
segundo: porque si quienes son responsables de perseguir el delito y sancionarlo (Ministerio Público y Poder
Judicial), en nombre del estado, son responsables de cometer graves errores en la tramitación de los
procesos penales, dichos errores no pueden, en modo alguno, a afectar el derechos de los procesados a ser
juzgado dentro de un plazo razonable, con mayor razón si ya fueron absueltos en primera instancia después
de un larguísimo proceso penal de casi seis años. Hacer lo contrario, como lo hizo la Sala Penal de Apelaciones
es trasladar la responsabilidad de dichos errores a los acusados ya absueltos, lo cual resulta en una
arbitrariedad.

En efecto, anular el proceso y retrotraerlo a la etapa de Audiencia de Control de Acusación, por la
incapacidad del Ministerio Público de formular su acusación respetando el principio de la imputación
necesaria y por la incapacidad del Poder Judicial de no efectuar un debido control jurisdiccional de dicha
acusación, es trasladar los perjuicios de dichos errores a los procesados que, igualmente, ven vulnerado su
derecho a obtener tutela jurisdiccional efectiva dentro de un debido proceso judicial.
Por el contrario, ante la falta de imputación específica y de pruebas necesaria por parte de la Fiscalía, se
debió disponer la confirmación de la absolución de los acusados y cerrar un proceso que demandó casi seis
años para su tramitación

Área de Prensa
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Telefax: (+51 1) 4250211 / 4250209 / 999094914
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Criminalización de la protesta, Perú

EL TEMA DE LOS DEFENSORES AMBIENTALES

CooperAcciòn 08/07/2021
Imagen: Coaliciòn Regional
Como se ha recordado en las redes sociales, Mario Marcos López Huanca, de la Reserva Comunal El Sira, es el séptimo defensor ambiental asesinado desde que se inició la pandemia en el Perú. Las víctimas en nuestro país son, sobre todo, líderes indígenas que vienen resistiendo las embestidas de mafias de todo tipo: mineros y taladores ilegales, narcotraficantes y traficantes de tierras que buscan imponer el cambio de uso de suelos en los territorios.

Las amenazas continúan frente a la inacción del Estado peruano. El coordinador de las Rondas Campesinas de Chongoyape y defensor ambiental de Chaparrí, Wilson Bautista, acaba de ser agredido por 15 personas, en represalia por el desalojo de invasores que amenazaban el bosque seco. Lo mismo ocurre en Condorcanqui, con las amenazas permanentes que reciben los pobladores awajun y wampis de los mineros ilegales que buscan consolidar sus posiciones en la zona.

La gran mayoría de asesinatos y agresiones a defensores ambientales quedan en la total impunidad o los procesos para sancionar a los culpables son extremadamente lentos. Lamentablemente esta es una tendencia no sólo en el país, también es regional: por ejemplo, en el caso del asesinato a la ambientalista hondureña, Berta Cáceres, ocurrido el año 2016, la justicia de ese país, después de varios años ha declarado culpable como coautor al ex ejecutivo de la empresa hidroeléctrica Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (DESA), Roberto Castillo Mejía.

La protección de los defensores ambientales debe ser una prioridad para el nuevo gobierno. Es inaceptable que sigan siendo abandonados a su suerte como ha venido ocurriendo hasta ahora. Ya son más de 220 defensores ambientales asesinados desde el año 2011 por proteger la tierra y los bosques en el Perú.

Por ello es importante que desde el próximo 28 de julio se pueda retomar la discusión sobre la ratificación del Acuerdo de Escazú que da especial atención a la protección de los defensores ambientales, como respuesta al número creciente de asesinatos a activistas ambientales en la región: más de dos tercios de los asesinatos a defensores ambientales han ocurrido en América Latina, posicionada en los informes regulares de Global Witness como la región más afectada.

No hay que olvidar que la denominada Coordinadora Republicana y personajes como Francisco Tudela, el ex marino y ahora congresista electo Jorge Montoya, entre varios otros, lideraron la oposición a la ratificación de Escazú, con argumentos absurdos como que se iba a perder soberanía sobre nuestra Amazonía y que es un acuerdo entreguista. Finalmente los opositores a Escazú lograron el respaldo en el Congreso de partidos como Fuerza Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos, Frepap, para la no ratificación.

Cabe señalar que Escazú es el único acuerdo vinculante emanado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible; el primer acuerdo ambiental regional de A.L. y el Caribe; y el primero en el mundo en contener disposiciones específicas sobre defensores de derechos humanos en asuntos ambientales.

Entre los tantos pendientes, la protección de nuestros defensores ambientales y la ratificación de Escazú debería ser una prioridad para el gobierno del profesor Castillo.

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